EL GERENTE DEL DEPORTE: arquitecto del futuro singular
La Importancia de una Visión Propia
Lo que distingue a una comunidad del deporte es su capacidad de proyectarse hacia el futuro. Para que esta proyección sea exitosa, se necesita una visión que unifique las aspiraciones de la comunidad y defina un camino a seguir. Los Gerentes del Deporte juegan un papel crucial en este proceso, ya que son ellos quienes deben articular esta visión.
No se trata simplemente de seguir las tendencias del momento, sino de generar una visión auténtica y diferenciadora que refleje la identidad de la comunidad. Los Gerentes del Deporte deben ser capaces de pensar por sí mismos y no limitarse a imitar lo que hacen otros. Esta capacidad de pensamiento propio les permitirá:
1. Definir estrategias y acciones concretas para alcanzar la visión.
2. Identificar a las personas adecuadas para llevar a cabo estas acciones.
3. Gestionar las transformaciones necesarias para lograr el cambio.
El futuro no se puede construir con ideas preconcebidas. Se necesitan futuros singulares que combinen una gran ambición en los proyectos con una gran humildad en las personas. La clave está en apuntar alto sin dejar de escuchar las necesidades de la universidad, comunidad u organización del deporte.
Gestionando la Transformación
El cambio es un proceso complejo que requiere la participación activa de todos los involucrados. El Gerente del Deporte tiene un rol fundamental en este proceso, ya que debe:
1. Lograr que las personas interioricen la necesidad del cambio y se comprometan con él.
2. Confiar en el equipo y dar ejemplo con su propia actitud.
3. Contagiar convicción y entusiasmo por el cambio.
4. Ser flexible y estar dispuesto a corregir el rumbo cuando sea necesario.
5. Armonizar las distintas velocidades con las que las personas se adaptan al cambio.
Es fundamental entender que la transformación va más allá de las presentaciones y las ideas abstractas. Se trata de facilitar que cada persona, desde su propia realidad, pueda avanzar y comprender que el cambio no es algo ajeno a ellos. El Gerente del Deporte debe combinar una visión global de los cambios con la capacidad de ayudar a crear una visión individualizada para cada persona.
Las organizaciones sin un gerente del deporte fuerte que entienda su rol de servicio a los demás, difícilmente logren culminar los procesos de transformación. Sin una gerencia sólida, las universidades, organizaciones deportivas, entrenadores, atletas y empresas se estancan y se aferran a sus viejas costumbres.
Aprendizaje Continuo e Inspiración
El respeto se gana con acciones, y en el ámbito del deporte, se respeta especialmente a aquellos que nos permiten aprender y crecer. Un Gerente del Deporte debe ser un facilitador del aprendizaje, alguien que impulse a su equipo a superarse constantemente.
En un mundo donde la capacidad de diferenciarse radica en la capacidad de pensar, el aprendizaje continuo se vuelve indispensable. Sin aprendizaje, no hay pensamiento crítico, no se pueden tomar decisiones informadas ni se pueden formular las preguntas esenciales.
Las organizaciones deben transformarse en ecosistemas de aprendizaje, donde los gerentes inspiren a su equipo a alcanzar nuevos niveles de conocimiento y desarrollo. Un Gerente del Deporte inspirador es aquel que:
1. Pregunta y no solo ordena, invitando a la reflexión y al crecimiento.
2. Abre puertas a nuevas posibilidades y desafía las ortodoxias existentes.
3. Contagia valores y patrones que impulsan el desarrollo personal y profesional.
Recordando siempre que cuando se deja de aprender, se envejece de golpe.
Texto inspirado del libro: “Cultura Gerencial en las Organizaciones del Deporte en Venezuela”
Dr. Summar Gómez (2024)